Primeras impresiones de Closers

7.5   Valoración
Jugabilidad: 7/10
Gráficos: 7/10
Rendimiento: 9/10

combate divertido, mucha personalización, mascotas, historia interesante

progresión lineal, sistema de fatiga

Primeras impresiones de Closers

Hemos tenido la oportunidad de acceder al último fin de semana de pruebas del nuevo juego de En Masse, Closers, un MMORPG de pelea y desplazamiento vertical con estética anime. Ambientado en un futuro próximo en una ciudad llamada “Nueva Seúl”, se trata de un título que sigue las aventuras de un grupo de adolescentes cuya misión es proteger el mundo de peligrosos monstruos que asaltan la ciudad desde otra dimensión. Ofrece un combate frenético, distintos modos (tanto PvE como PvP) y cinco personajes únicos con habilidades y atributos exclusivos.

Para nuestro análisis nos decantamos por Sylvi Lee, la líder del grupo de adolescentes conocido como “Black Lambs”. Sylvi combate a distancia y se sirve de poderes telequinéticos para lanzar dagas y crear bolas de energía con el objetivo de acabar con sus enemigos. Tras completar el tutorial, sorprendentemente disponíamos de numerosas habilidades, suficientes como para poder hacer combinaciones y que el juego no se limitase en exclusiva a un par de ataques. Cabe destacar que se utiliza el teclado para controlar el movimiento (es un juego con desplazamiento horizontal, al estilo de juegos más clásicos) y los ataques (teclas A, S y D).

Closers sigue un arco histórico lineal en el que nosotros, los jugadores, somos los principales protagonistas y únicos responsables del progreso a lo largo de las diferentes fases PvE. Después de aceptar una misión en la zona central, se nos transporta a una nueva zona dividida en partes cerradas por las que se avanza combatiendo contra diferentes enemigos. Para poder progresar es necesario eliminar a todos los enemigos de la sección, y al final de cada fase hay un poderoso jefe que es necesario derrotar para completar la fase y recibir recompensas en función de diferentes valores, como la velocidad o el daño recibido.

 


Lo peor de las misiones, dejando a un lado lo lineal que es la progresión, es que al completar una fase se desbloquea el siguiente nivel de dificultad de la misma fase, en el que se consiguen mejores recompensas a costa de repetir el mismo escenario con los mismos enemigos (solo que con mayor vida y mayor daño). No obstante, no es necesariamente algo negativo, ya que hace que el juego ofrezca cierta rejugabilidad, con mejores recompensas y dificultad mayor. Pero el problema es que el propio sistema de progresión te obliga a completar las mismas fases en distintos niveles de dificultad, lo que puede resultar algo tedioso por repetitivo.

El combate en sí mismo es bastante divertido, aunque en ocasiones puede resultar complejo golpear a los enemigos. Es necesario estar en la misma línea (te puedes desplazar arriba y abajo por el escenario). Encadenar golpes para crear combos es muy interesante y adictivo. Además, habiendo escogido un personaje de ataque a distancia, avanzar resulta un reto todavía mayor. Es vital estar al tanto del maná restante y de la posición para esquivar ataques si uno quiere sobrevivir; especialmente contra jefes. Los niveles de dificultad, como ya hemos comentado, hacen que los enemigos tengan más vida y peguen más fuerte, pero también es cierto que, al enfrentarte a jefes, resulta más sencillo conocer las mecánicas por haberlas jugado en el nivel de dificultad anterior. No le vendría mal al juego que los jefes tuvieran habilidades distintas en los diferentes niveles de dificultad.

Aunque la experiencia en general resultase divertida, no es un juego carente de defectos. Por ejemplo, los gráficos están algo anticuados (el juego salió hace tres años en Asia). La primera impresión como jugador nuevo no es mala, pero a veces la información con la que nos encontramos es excesiva. Curiosamente al contrario de los juegos más recientes, donde se trata de reducir todo lo máximo posible.

 


Una de las cosas que menos nos gustó sobre este juego es el sistema de Fatiga, de clara inspiración asiática. Básicamente es un sistema de control para regular la actividad de un jugador dentro del juego. Cada vez que se entra en una fase se acumula fatiga, y cuando no hay más puntos disponibles no se puede continuar jugando hasta que el personaje se recupere. Es posible cambiar de personaje y continuar jugando, pero la propia cuenta también cuenta con un sistema de fatiga. En cierto sentido, no es sino un sistema para impedir que se progrese rápido y el jugador se canse del juego.

Dejando esto a un lado, el juego es divertido, la historia es interesante y no hay ninguna pega que ponerle a la traducción. El PvP (accesible en nivel alto) y la posibilidad de completar fases en modo cooperativo son solo aspectos que enriquecen todavía más el título. Si os gustan los títulos clásicos de desplazamiento lateral (Streets of Rage o Golden Axe), sin duda merece la pena.





 

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