Hoy analizamos Forge of Empires, el MMO de estrategia militar y de construcción y gestión de ciudades desarrollado por Innogames. El título transcurre en la edad medieval y tu misión es la de construir, gestionar y dirigir tu propio asentamiento; al comienzo de tu aventura serás un jefe tribal cuyos dominios serán poco más que unas cuantas cabañas hechas de barro. Tu tarea será la de hacer progresar tu poblado e ir construyendo nuevos edificios, que conseguirás ya sea completando misiones o investigando, y hacerlo crecer hasta convertirlo en una floreciente metrópolis. Puedes jugar al juego desde cualquier navegador, y no es necesario descargar nada; Tan sólo necesitas registrarte en el juego, cosa que puedes hacer con un par de clics.
Al entrar por primera al juego tuvimos la sensación de que los escenarios y los gráficos eran algo flojos, por otro lado la interfaz aunque sencilla, cumplía con su función perfectamente. Nuestra primera tarea no es otra que completar un sencillo tutorial, en el que el consejo tribal del poblado nos muestra cómo construir edificios, nos enseña cual és la función de cada edificio, y también nos enseña cual es el funcionamiento de varios sistemas y características del juego.
A medida que vayas avanzado por el juego, conseguirás Forge Points que podrás invertir en árbol tecnológico del juego par así aprender a usar diferentes tecnologías que servirán para desbloquear nuevos edificios, unidades y características. La primera investigación a la que tienes acceso se llama “stilt houses”, y sirve para mejorar las viviendas, permitiendo que estas puedan albergar más inquilinos, lo que nos proporciona más ingresos, y que además nos hace avanzar a la edad de bronce. Al acceder a una nueva edad conseguimos acceso a nuevas habilidades relacionadas con esa edad, que nos permitían conseguir diferentes edificios y unidades nuevas.
Una de tus tareas mas importantes es conseguir que los habitantes de tu poblado tengan sus necesidades cubiertas, que al principio es poco mas que proporcionar cobijo y conseguir comida; para proporcionar comida sólo has de contruir una cabaña de caza, pero al construir un edificio has de tener en cuenta que éste tiene que estar junto a una red de caminos, ya que si no es así no podrás hacer que funcione. También puedes ir colocando objetos decorativos para hacer que la población sea feliz, estos objetos pueden costar oro o diamantes (la moneda premium del juego).
Al construir los edificios básicos de nuestro poblado, ya pudimos entrenar a nuestros primeros guerreros, en nuestro caso, unos pocos de lanceros, y en este punto los puedes enviar a explorar las zonas colindantes. En nuestro caso al enviar a nuestros exploradores a las zonas cercanas encontraron otros poblados controlados por PNJs que tenían recursos y beneficios que necesitábamos, por lo que el juego al principio ya te guía para que vayas a por ellos de un modo u otro. El propio juego te abre un menú donde tienes las opciones de negociar con el poblado enemigo, lo cual cuesta diamantes, infiltrarse para hacerse con el control del poblado silenciosamente, lo cual cuesta oro, o atacarlos directamente, lo cual es gratuito, y de primeras la opción mas económica.
Cuando planeas atacar una zona que has explorado previamente, podrás ver las fuerzas defensivas de las que dispone, para así lanzar un ataque en el que tendrás que calcular cuantas tropas necesitas para hacerte con la victoria, lo cual requiere que conozcas cómo funcionan tus tropas; también has de pensar cuantas tropas dejas defendiendo tu asentamiento, para no dejarlo indefenso ante ataques enemigos. Por suerte al principio del juego el consejo tribal te va guiando para que los ataques no resulten un fracaso.
Cuando envias tus unidades al combate, y estos llegan a su objetivo se abre una campo de batalla dividido en celdas hexagonales por el que las tropas se moverán y lucharán. Para hacerte con la victoria es importante aprovechar el terreno a tu favor, ya que el devenir de una batalla puede decidirse de este modo. Al principio del juego solo tienes unas pocas unidades por lo que los combates son bastante cortos, pero a medida que vas progresando estos se van volviendo mas complejos y estratégicos. Al vencer una batalla consigues hacerte con el control de un sector, pero para controlar una provincia tendrás que controlar todos sus sectores.
El juego es divertido, y mas cuando nos unimos a un gremio y participamos en batallas entre gremios, lo cual añade un nuevo elemento estratégico al juego, ya que los gremios aliarse con otros gremios para conseguir objetivos comunes o convertirse en enemigos de otros cuyos objetivos sean opuestos. Cómo punto negativo tenemos los gráficos que reultan algo anticuados, y algunos de los elementos no acaban de encajar bien en el conjunto. Por otro lado los gráficos de los combates son muy básicos, pero cumplen con su función perfectamente.
En general, si vas a jugar a este juego, no esperes grandes gráficos, y al ser gratuito (ya que prácticamente no obliga a comprar diamantes para progresar) puedes disfrutar creando un imperio.
