Lo primero que hay que aclarar con Need for Speed: The Run es que la jugabilidad ha vuelto a enfocarse al sentimiento arcade, en la que lo que importa es apretar bien el acelerador más que cuidar al detalle los aspectos técnicos de nuestro vehículo. De hecho, a la hora de configurar nuestro coche tan solo podremos escoger el color del chasis y sus kits. A diferencia del modo de un solo jugador, en nuestras carreras online no tendremos que hacer frente a la policia ni la mafia. Tendremos que competir en largos recorridos, junto a nuestros adversarios y esquivando a los vehículos que transiten normalmente en ellos, hasta llegar a la meta.
En The Run no vamos a encontrar circuitos, sino que correremos a lo largo de autopistas y carreteras que irán enlazando con diferentes entornos. Estas carreras son realmente frenéticas y agresivas, ya que los jugadores usan las carreteras y los vehículos que hay en ellas para tomar ventaja. De hecho, esto último, es uno de los elementos cruciales para poder adelantar en muchas ocasiones. Cada vehículo tendrá sus ventajas y desventajas. Uno agresivo será más rápido mientras que uno que lo sea menos será más manejable. A parte, podremos desbloquear mejoras para potenciarlos.
Los diferentes modos de juego ofrecen todos lo mismo, pero diferente. Es decir, carreras pero centrados en diferentes tipos de vehículos para competir. Tendréis carreras para los musculosos coches americanos o los más exóticos europeos, pasando por los underground o los específicos del grado NFS. Cada sesión empezará con una votación de mapa y una ruleta rusa que determinará cual será el modificador de la carrera, ya sea una bonificación de experiencia o nuevos coches desbloqueados, etc. Y es que cada vez que juguemos y corramos, obtendremos experiencia con la que subir de nivel y desbloquear nuevos vehículos y mejoras.
Se echa de menos tener opciones cooperativas o, por ejemplo en consola, poder jugar en pantalla dividida con un amigo. Aún y así, Need for the Speed: The Run promete una buena dosis de carreras frenéticas multijugador con vuestros amigos. ¿Os atrevéis a poneros al volante?
En The Run no vamos a encontrar circuitos, sino que correremos a lo largo de autopistas y carreteras que irán enlazando con diferentes entornos. Estas carreras son realmente frenéticas y agresivas, ya que los jugadores usan las carreteras y los vehículos que hay en ellas para tomar ventaja. De hecho, esto último, es uno de los elementos cruciales para poder adelantar en muchas ocasiones. Cada vehículo tendrá sus ventajas y desventajas. Uno agresivo será más rápido mientras que uno que lo sea menos será más manejable. A parte, podremos desbloquear mejoras para potenciarlos.
Los diferentes modos de juego ofrecen todos lo mismo, pero diferente. Es decir, carreras pero centrados en diferentes tipos de vehículos para competir. Tendréis carreras para los musculosos coches americanos o los más exóticos europeos, pasando por los underground o los específicos del grado NFS. Cada sesión empezará con una votación de mapa y una ruleta rusa que determinará cual será el modificador de la carrera, ya sea una bonificación de experiencia o nuevos coches desbloqueados, etc. Y es que cada vez que juguemos y corramos, obtendremos experiencia con la que subir de nivel y desbloquear nuevos vehículos y mejoras.
Se echa de menos tener opciones cooperativas o, por ejemplo en consola, poder jugar en pantalla dividida con un amigo. Aún y así, Need for the Speed: The Run promete una buena dosis de carreras frenéticas multijugador con vuestros amigos. ¿Os atrevéis a poneros al volante?
