Guardians of Divinity (G.O.D.) es un nuevo MMORPG asiático para navegador que acaba de comenzar la beta cerrada de su versión para Europa y Norteamérica. Solo hace falta echar un vistazo al juego para ver que comparte un montón de las características clásicas del género, así que lo hemos probado para descubrir si tiene algo nuevo que ofrecer.
Nada más entrar al juego tenemos que escoger entre tres clases, las estereotípicas, Guerrero, Mago y Arquero, cada una de ellas con un sexo predefinido y sin opciones de personalización. Una vez hemos creado nuestro personaje el juego arranca en piloto automático, lo cual no es una sorpresa, y nuestro personaje comienza a coger misiones y a completarlas por su cuenta, usando automáticamente sus habilidades para derrotar a los enemigos que se encontraba en su camino.
Por lo que pudimos ver, parece que el nivel máximo es 150, aunque sabemos que hay formas de superar este nivel. El problema es que no importa que estés a nivel 10 como a nivel 100… lo que harás es exactamente lo mismo. Irás a un PNJ, recibirás una misión, irás a una zona más o menos cercana, exterminarás a los enemigos de esa zona (los cuales irán reapareciendo a un ritmo vertiginoso), y devolverás la misión a otro PNJ, que a su vez te dará otra misión similar. Además el ritmo al que subes niveles es casi ridículo, subiendo de nivel por hacer prácticamente cualquier cosa, sin importar lo nimia que sea.
La historia del juego tampoco es para tirar cohetes, básicamente son un puñado de dioses o seres mitológicos que te ayudarán en tus misiones cuando tú les ayudes a ellos… cosa rara teniendo en cuenta que son seres casi omnipotentes. A medida que completas misiones avanzas por el capítulo que finaliza con una batalla contra una deidad malvada… la cual derrotamos con bastante facilidad ya que no posee ninguna habilidad especial; es decir, son batallas sosas, nada divertidas y que no suponen ningún desafío. Todo el proceso de subida de nivel es monótono, y a nuestro parecer una pérdida de tiempo, ya que la mayoría de misiones no son lo suficientemente interesantes como para que queramos leer los textos, lo cual reduce aún más el tiempo necesario para subir de nivel. Un punto positivo es que la traducción al inglés del juego está muy bien hecha, a diferencia de otros juegos similares, que tienen a tener traducciones nefastas, aunque desgraciadamente a menudo los textos son un poco absurdos, y no cuentan nada original o interesante.
Los gráficos son uno de los pocos puntos que podemos salvar del juego y a nuestro parecer son de lo mejorcito que hemos visto en este tipo de RPGs; los modelos de los personajes están muy bien hechos, y no parece que los reúse demasiado, y los escenarios son muy detallados pudiendo explorar desde el antiguo Egipto a zonas en el vacío del espacio. El tamaño y el concepto de los niveles es impresionante, y es una lástima que el juego no potencie más exploración, ya que hay lugares muy bellos e interesantes que están desaprovechados.
A medida que subimos de nivel vamos desbloqueando sistemas de juego, como mazmorras para grupos (que pueden completarse en solitario), o el PvP (a nivel 105), aunque desafortunadamente es una Arena donde puedes desafiar a otros jugadores… y luchar contra versiones controladas por la IA de sus personajes. Además al explorar un poco los ránquines es fácil ver la dedicación (y dinero) necesario para mantenerte arriba en las clasificaciones, pues los jugadores que han alcanzado esas posiciones han hecho crecer su C.P. (character power) mediante el uso de los muchos sistemas que sirven para hacer más poderosos a los personajes.
Para nosotros es un juego al que le faltan demasiadas cosas para que nos resulte interesante, y en el que cuando no hay eventos activos tienes muy poco para hacer, sin embargo si te gustan este tipo de juegos, es un juego al que puedes llegar a nivel máximo rápidamente, y tenemos que admitir que es uno de los mejores exponentes de su género, así que si os interesan estos juegos vale la pena que le deis una oportunidad.
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Por: Josep Puig
